La Orquesta Sinfónica de Euskadi, bajo la dirección de Carlo Rizzi, se nos descuelga con un estreno que invita a la reflexión: ‘Eresoinka’, de la getxotarra Isabel Urrutia, mi brillante tocaya compositora. Profesora de armonía, contrapunto, historia de la orquestación y técnicas de composición en Musikene (Centro Superior de Música del País Vasco), con sede en San Sebastián, es una profesional que nunca ha descuidado su vertiente creativa.
Ganadora en 2007 del concurso que organiza la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas con su pieza ‘Gerok’, volvió a colgarse una medalla en 2012 al vencer en el certamen ‘Grazyna Bacewicz’ que se celebra en Polonia. Es una compositora de prestigio internacional, conocida lo mismo en el Teatro Colón de Buenos Aires que en el Conservatorio Chaikovski de Moscú. En esta ocasión la OSE abordará en primacia la interpretación de una pieza de Urrutia que rinde tributo a Eresoinka, una masa coral de 110 hombres y mujeres que apenas tuvo un rodaje de dos años, entre 1937 y 1939. Se cumplen 75 años de su disolución.
Juan Krakenberger
Madrid, 12/04/2010. Auditorio 400 del MNCARS. Ensemble Residencias III. Trío Arbós: Juan Carlos Garvayo, piano; Miguel Borrego, violín; y José Miguel Gómez, violoncello. Neopercusión: Juanjo Guillem, Rafa Gálvez y Juanjo Rubio, percusión. Carlos Gálvez Taroncher, clarinete. Marian Moraru y Lavinia Moraru, violines. Rocío Gómez, viola. Vitan Ivanov, contrabajo. Isabel Requeijo, armonio. Obras de Bernhard Gander, Isabel Urrutia, Pierre Jodlowski y Mauricio Kagel. Temporada 2009/10 del CDMC. Ocupación: 55%
Me extrañó el escaso interés del público por este concierto: ya sus títulos despertaron en mí curiosidad, y esta no quedó defraudada, todo al contrario, porque todas las cuatro obras tenían alguna característica especial, cosa que no siempre es el caso en estos programas. Ya lo dije en mi crónica anterior: la diversidad, en el campo de la música contemporánea, está garantizada. Pero en este programa hubo otros aspectos que despertaron el interés, como hemos de ver a continuación. El programa de mano trae comentarios muy apropiados de María Santacecilia.
El concierto se inició …
Siguió un estreno: la obra Sei de Isabel Urrutia (Vizcaya 1967) destinada al Ensemble Residencias, que se compone del Trío Arbós y Neopercusión, o sea, para seis músicos, como lo dice el título. Dura unos doce minutos. Quiero subrayar que esta obra me impresionó por su extrema sensibilidad, lograda a través de sonoridades delicadas y líneas melódicas suaves, todo ello dentro de un idioma contemporáneo. Son pocas las compositoras femeninas que se dedican al género, y el hecho que el CDMC promueva a esta compositora es todo un acierto. Casi toda la pieza trascurre en contemplativa tranquilidad, y solamente hacia el final hay unos golpes secos. La compositora buscó, inteligentemente, contrastar sonoridades con silencio y lo logró magistralmente. La pieza se desvanece en silencio total. Hubo muchos aplausos, y la compositora, presente en la sala, agradeció a los músicos su interpretación, que fue singularmente lograda.
Después del intermedio …
«El folclore vasco sigue siendo una fuente de recursos inagotable»
La getxotarra Isabel Urrutia saltó a la palestra del panorama clásico del Estado hace unos meses, cuando ganó el prestigioso concurso de composición de la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas (AEOS). En los próximos meses «Gerok», la obra premiada, será interpretada por todos los rincones de la península. Y su última creación, «Sei», se estrena esta misma tarde en el museo Reina Sofía de Madrid.
Mikel CHAMIZO | GETXO
Isabel Urrutia está viviendo un momento dulce en su carrera, más reconocida en el Estado francés que en la propia Euskal Herria. Pero el premio de la AEOS conlleva un gran reconocimiento en el Estado español y pronto han empezado a llegar nuevos encargos, como el de «Sei», que se estrena esta tarde en Madrid.
Parece que su popularidad como compositora se ha disparado últimamente, pero su carrera musical viene de largo. ¿Cómo entró en el mundo de la composición?
Cuando era pequeña y estudiaba música, aunque tocaba el piano, ya me daba cuenta de que me gustaba mucho la escritura. Llegó un momento en el que tuve que decantarme y, como dentro de mí me llamaban los sonidos, opté por componer. Estudié en Bilbo y luego en Madrid, donde recibí una formación más clásica, y después fui a París a estudiar con José Luis Campana, con quien aprendí las técnicas contemporáneas. Fue a partir de ese momento que me empecé a sentir más a gusto como compositora, porque además tuve la suerte de estar cerca del Ensemble Arcema, formado por músicos parisinos realmente buenos, que tocaron muchas veces mis obras. Es un privilegio poder dejar tus primeras composiciones en tan buenas manos. Así que podría decirse que mi música empezó a nacer y yo a sentirme como una compositora satisfecha fuera de aquí, en París.
¿Cómo ha vivido el éxito de «Gerok» y que, de la noche a la mañana, la programen casi todas las orquestas del Estado español?
En mi caso se daba una situación un poco especial, seguramente por el hecho de haber estudiado en París y comenzar mi carrera en el extranjero. Aunque mi música se viene tocando desde hace años por toda Europa, tenía la sensación de que en Euskal Herria, y en el Estado español, era una compositora bastante desconocida. Y ahora, al ganar el premio de la AEOS con «Gerok», parece que mi nombre ha aparecido en el panorama musical de la noche a la mañana. Pero reconozco que el premio lo he recibido con mucha satisfacción, porque es importantísimo en el aspecto musical, incluso más que en el económico, por el hecho de que te programen tantas orquestas españolas y tu nombre se dé a conocer por todas partes. Eso es muy interesante, pues al fin y al cabo yo vivo aquí y lo que quiero es poder tratar con orquestas y músicos de aquí.
Esta tarde se estrena su obra más reciente en el Centro de Arte Contemporáneo Reina Sofía. ¿Qué nos puede contar sobre «Sei»?
Se trata de un encargo dentro del ciclo Residencias, para el conjunto formado por la unión del Trío Arbós y Neopercusión. Como su nombre índica, está escrito para seis intérpretes: violín, violonchelo, piano y tres percusionistas. En la pieza trabajo sobre la evolución del timbre en el espacio, sobre aspectos relacionados con el color, y para ello enfrento instrumentos de sonidos determinados con otros más cercanos al ruido.
Casi todas sus obras llevan títulos en euskara. ¿Hay más elementos puramente vascos en su música?
En las últimas obras es verdad que he utilizado bastante elementos del folclore, sobre todo del vasco porque es el que más conozco, pero también de otros folclores. No es algo nuevo tomar elementos de la música popular, pero sigue siendo una fuente de recursos inagotable y continúa brindando exploraciones atractivas al compositor actual. Yo suelo emplear células melódicas, giros modales y estructuras rítmicas que recuerdan al folclore musical vasco. También he tomado prestadas determinadas prácticas musicales, como la forma en que se toca la txalaparta, pero trasladadas a otros instrumentos.
Existen opiniones de todo tipo sobre su música, desde que es muy dura a la escucha hasta que es algo más accesible que la de otros autores contemporáneos. ¿Le preocupa el eterno problema de la relación entre compositores contemporáneos y público?
Si quieres que te diga la verdad, cuando escribo hago sencillamente lo que siento. Me olvido de lo que el público pueda pensar y me concentro exclusivamente en mi discurso musical y en lo que quiero trasladar. Y no, no me preocupo especialmente de agradar a nadie, soy yo la que tiene que estar satisfecha con lo que he creado. Es verdad que a veces los compositores escribimos y cada persona nos percibe de una manera especial y concreta. Pero no me preocupa, en realidad, el problema del público.
Usted es profesora en Musikene, ¿cómo está viviendo toda la polémica que envuelve últimamente al centro?
Con inquietud y nerviosismo. Estamos enfrentándonos a muchísimos cambios, de equipo directivo, de planes de estudio motivados por la entrada de Bolonia… Francamente, es un momento muy malo en Musikene, se respira la crispación y la incertidumbre.
Ahora tienen como nuevo director académico a J.C. Perez, compositor también pero de un perfil radicalmente diferente al de los profesores de Musikene. ¿Cómo cree que va a afectar esto a la especialidad?
Creo que las valoraciones hacia el trabajo de J.C. Perez van a depender exclusivamente de lo que él haga como director académico, independientemente de su procedencia musical. Y su trabajo, obviamente, no tendría por qué afectar a nuestras asignaturas, que están definidas por un currículo y unos planes de estudio.
Estreno de Isabel Urrutia en la temporada del CDMC
08/04/2010
La tercera visita del Ensemble Residencias a la temporada del CDMC abre el tercer trimestre de conciertos en el Auditorio 400 del Museo Reina Sofía el lunes 12 de abril donde interpretarán, entre otras piezas, el estreno de Isabel Urrutia, Sei.
El Ensemble Residencias, formado en 2008, es la asociación de los conjuntos Trío Arbós y Neopercusión tras dos años de éxito con la plataforma Residencias.
La consolidación del grupo no hace que las pautas varíen: la presencia de un compositor residente por concierto que colabora con el grupo de intérpretes y estrena una obra encargada por el CDMC. En esta ocasión, estrenarán la obra Sei de Isabel Urrutia, compositora bilbaína ganadora del concurso AEOS en 2007.
La formación estará acompañada en la cita del lunes por los músicos Carlos Gálvez (clarinete), Miriam y Lavinia Moraru (violín), Rocío Gómez (viola), Vitan Ivanov (contrabajo) e Isabel Requeijo (armonio).
El programa armado para arropar el estreno de Urrutia está configurado por tres obras de compositores internacionales que tienen una marcada impronta.
Abrirá el concierto Schlechtecharakterstücke (Piezas sobre el mal carácter) de Bernhard Gander (Austria, 1969), obra que a través del estudio de la codicia, la envidia y la avaricia trata de perfilar cómo éstas conductas influyen en el (mal) carácter humano.
Del joven Pierre Jodlowski (Francia, 1971) se escuchará 24 Loops (24 bucles) para tres percusionistas, que lleva el habitual recurso en la música electrónica del “loop” o repetición a la música instrumental.
El broche final lo pondrá una obra del genial y ya desaparecido Mauricio Kagel, Westen (Oeste), incluida en su ciclo Die Stücke der Windrose (Las piezas de la rosa de los vientos), que aprovecha la excusa del punto cardinal para mezclar y mostrar los intercambios sonoros de todo el mundo.
«He llegado aquí poco a poco, luchando por dar a conocer mi música»
Hay un nombre que ha estado en boca de todos los que ayer asistieron al concierto que ofreció la Orquesta Sinfónica de Euskadi en la Iglesia del Redentor de Getxo. Isabel Urrutia compuso ‘Gerok’, uno de los temas que interpretó la formación y que supuso un punto y aparte hacia la madurez en la propia carrera de la compositora. Esta algorteña, nacida en 1967, realizó estudios de composición, de piano y de pedagogía musical en el Conservatorio Superior de Música de Bilbao y se especializó en dirección de orquesta en el de Madrid. Sus obras han recorrido conciertos y festivales de todo el mundo. Actualmente, es profesora en Musikene, el Centro Superior de Música del País Vasco.
-¿Cuándo decidió dedicarse a la música?
-Mi afición viene desde que era muy pequeñita. Tendría 7 u 8 años. Empecé a complementar la escuela con estudios de música y, cuando ya fui más mayor, vi que era lo que más me gustaba y tomé ese difícil camino, porque cuando yo era joven la música se consideraba como una actividad complementaria, y no como algo a lo que uno se podía dedicar profesionalmente. Estaba menos valorado. Después, me decanté por la composición porque, aunque estudié piano y otras especialidades, siempre me había gustado mucho más escribir.
-¿Puede hacer un balance del trabajo que ha realizado hasta ahora?
-Primero comencé haciendo obras de cámara, obras pequeñas más fáciles de tocar, de programar, y ‘Gerok’, premiada por la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas, (2007) fue como mi primera gran obra para orquesta. Me hizo sentir como una compositora más madura. Los estudios de música son bastante largos, primero se pasa por un periodo de aprendizaje, después por otro de evaluación y de madurez. Como compositora he llegado hasta aquí, poco a poco, escribiendo obras para tener a intérpretes que las toquen, luchando por que tu música se dé a conocer, y en este sentido son importantes los concursos, como el de la AEOS, que al final son un reconocimiento.
-¿Cuáles son sus próximos proyectos?
-He terminado una obra que se estrena el 12 de abril en el museo Reina Sofía de Madrid y ahora estoy escribiendo una obra para 7 músicos, para cuarteto de cuerdas y trío de percusión, y tenía ganas de terminar una obra de orquesta que dejé en el armario porque tuve que hacer varios encargos. Componer es una de las razones de mi existencia, y espero poder seguir adelante, seguir escribiendo obras, intentar superarme sin repetirme, avanzar en mi creatividad y en mi música.
-Cuando sueña una obra, ¿lo hace pensando en el intérprete?
-Depende cómo surja la creación. Es diferente cuando lo haces para un intérprete en concreto, y sabes cómo es él, cómo toca… aunque siempre acabo haciendo lo que siento. También es verdad que después del estreno las obras tienen su vida propia, recorren su camino, vuelan, y de repente las pueden tocar en Japón o en China formaciones que no conoces.
-Acordeón y saxofón, txistu y tamboril, flautas, clarinetes, piano, violín y violonchelo.. ¿Ningún instrumento se le resiste?
-En los estudios uno aprende a conocer bien los instrumentos de la orquesta. De eso se trata, aunque también he escrito para instrumentos que no son de orquesta, acordeón, saxofón… porque suenan diferente. Está bien cambiar de medio, variar el timbre…
«La orquesta es especial»
-¿Cuál es su favorito?
-Me gustan muchos en grupo, por lo que pueden conseguir juntos, en combinación, aunque el que más me gusta es el piano, pero quizás porque yo lo toco. En casa, o con mis alumnos, pero siempre suelo decir que yo soy compositora y no intérprete.
-¿Qué tipo de música escucha en casa?
-Cualquier cosa en la radio. También música clásica, aunque dentro de la sinfónica, la actual, porque me gusta conocer lo que crean los compositores de hoy en día. También puedo escuchar folk, o cualquier música rock o pop, aunque no tengo ningún grupo preferido de este tipo.
-¿Cómo alejar a los jóvenes del ‘reggaetton’ y brindarles un poco de cultura musical?
-En el caso del reggaetton, es un tipo de música ligada la ocio y a las relaciones que establecen entre ellos. A los conciertos de música clásica uno tiene que ir a escuchar, tiene que ir con una actitud diferente de la de quien va con los amigos a una discoteca, a bailar y a hablar con los amigos. Lo ideal sería que conocieran todos los géneros para que pudieran elegir.
-¿Qué siente al escuchar su obra ‘Gerok’ interpretada por la Orquesta Sinfónica de Euskadi?
-Para un compositor la orquesta siempre es algo especial, por sus posibilidades. Esta obra la han tocado diferentes orquestas y, aunque no puedo ir a todos los conciertos, siempre pido alguna grabación. La Orquesta Sinfónica de Euskadi ya la ha tocado en Vitoria o en Pamplona, y que lo hagan en Getxo supone un plus, porque al final es mi pueblo.
La compositora Isabel Urrutia explicará mañana a los alumnos del Aula de Música BOS-UPV/EHU los pormenores de la composición y ejecución de su obra ‘Gerok’, ganadora en 2007 el IV Premio de Composición AEOS – Fundación Valparaíso.
El premio, de carácter bienal, incluye que todas las orquestas miembros de la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas (AEOS) la estrenen en sus temporadas habituales. Tras ser interpretada por la Orquesta de Galicia y la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias, será estrenada los días 23 y 24 por la Orquesta Sinfónica de Bilbao en el Palacio Euskalduna.
Según explicaron sus responsables, el Aula de Música BOS-UPV/EHU, es uno de los talleres culturales que oferta la universidad vasca y nació fruto del acuerdo entre la Orquesta y el Campus de Bizkaia con el objetivo de promover el interés por la música sinfónica. Este curso cumple su tercera edición.
Isabel Urrutia (Algorta, 1967) realizó estudios de composición, de piano y de pedagogía musical en el Conservatorio Superior de Música de Bilbao y composición y dirección de orquesta en el Conservatorio Superior de Música de Madrid. Sus obras han sido interpretadas en conciertos y festivales de diversos países. Actualmente es profesora en Musikene, Centro Superior de Música del País Vasco. Desde 2002 forma parte del ensemble Arcema/París.