«He llegado aquí poco a poco, luchando por dar a conocer mi música»

 

Hay un nombre que ha estado en boca de todos los que ayer asistieron al concierto que ofreció la Orquesta Sinfónica de Euskadi en la Iglesia del Redentor de Getxo. Isabel Urrutia compuso ‘Gerok’, uno de los temas que interpretó la formación y que supuso un punto y aparte hacia la madurez en la propia carrera de la compositora. Esta algorteña, nacida en 1967, realizó estudios de composición, de piano y de pedagogía musical en el Conservatorio Superior de Música de Bilbao y se especializó en dirección de orquesta en el de Madrid. Sus obras han recorrido conciertos y festivales de todo el mundo. Actualmente, es profesora en Musikene, el Centro Superior de Música del País Vasco.

-¿Cuándo decidió dedicarse a la música?
-Mi afición viene desde que era muy pequeñita. Tendría 7 u 8 años. Empecé a complementar la escuela con estudios de música y, cuando ya fui más mayor, vi que era lo que más me gustaba y tomé ese difícil camino, porque cuando yo era joven la música se consideraba como una actividad complementaria, y no como algo a lo que uno se podía dedicar profesionalmente. Estaba menos valorado. Después, me decanté por la composición porque, aunque estudié piano y otras especialidades, siempre me había gustado mucho más escribir.

-¿Puede hacer un balance del trabajo que ha realizado hasta ahora?
-Primero comencé haciendo obras de cámara, obras pequeñas más fáciles de tocar, de programar, y ‘Gerok’, premiada por la Asociación Española de Orquestas Sinfónicas, (2007) fue como mi primera gran obra para orquesta. Me hizo sentir como una compositora más madura. Los estudios de música son bastante largos, primero se pasa por un periodo de aprendizaje, después por otro de evaluación y de madurez. Como compositora he llegado hasta aquí, poco a poco, escribiendo obras para tener a intérpretes que las toquen, luchando por que tu música se dé a conocer, y en este sentido son importantes los concursos, como el de la AEOS, que al final son un reconocimiento.

-¿Cuáles son sus próximos proyectos?
-He terminado una obra que se estrena el 12 de abril en el museo Reina Sofía de Madrid y ahora estoy escribiendo una obra para 7 músicos, para cuarteto de cuerdas y trío de percusión, y tenía ganas de terminar una obra de orquesta que dejé en el armario porque tuve que hacer varios encargos. Componer es una de las razones de mi existencia, y espero poder seguir adelante, seguir escribiendo obras, intentar superarme sin repetirme, avanzar en mi creatividad y en mi música.

-Cuando sueña una obra, ¿lo hace pensando en el intérprete?
-Depende cómo surja la creación. Es diferente cuando lo haces para un intérprete en concreto, y sabes cómo es él, cómo toca… aunque siempre acabo haciendo lo que siento. También es verdad que después del estreno las obras tienen su vida propia, recorren su camino, vuelan, y de repente las pueden tocar en Japón o en China formaciones que no conoces.

-Acordeón y saxofón, txistu y tamboril, flautas, clarinetes, piano, violín y violonchelo.. ¿Ningún instrumento se le resiste?
-En los estudios uno aprende a conocer bien los instrumentos de la orquesta. De eso se trata, aunque también he escrito para instrumentos que no son de orquesta, acordeón, saxofón… porque suenan diferente. Está bien cambiar de medio, variar el timbre…

 

«La orquesta es especial»

 

-¿Cuál es su favorito?
-Me gustan muchos en grupo, por lo que pueden conseguir juntos, en combinación, aunque el que más me gusta es el piano, pero quizás porque yo lo toco. En casa, o con mis alumnos, pero siempre suelo decir que yo soy compositora y no intérprete.

-¿Qué tipo de música escucha en casa?
-Cualquier cosa en la radio. También música clásica, aunque dentro de la sinfónica, la actual, porque me gusta conocer lo que crean los compositores de hoy en día. También puedo escuchar folk, o cualquier música rock o pop, aunque no tengo ningún grupo preferido de este tipo.

-¿Cómo alejar a los jóvenes del ‘reggaetton’ y brindarles un poco de cultura musical?

-En el caso del reggaetton, es un tipo de música ligada la ocio y a las relaciones que establecen entre ellos. A los conciertos de música clásica uno tiene que ir a escuchar, tiene que ir con una actitud diferente de la de quien va con los amigos a una discoteca, a bailar y a hablar con los amigos. Lo ideal sería que conocieran todos los géneros para que pudieran elegir.

-¿Qué siente al escuchar su obra ‘Gerok’ interpretada por la Orquesta Sinfónica de Euskadi?
-Para un compositor la orquesta siempre es algo especial, por sus posibilidades. Esta obra la han tocado diferentes orquestas y, aunque no puedo ir a todos los conciertos, siempre pido alguna grabación. La Orquesta Sinfónica de Euskadi ya la ha tocado en Vitoria o en Pamplona, y que lo hagan en Getxo supone un plus, porque al final es mi pueblo.

 

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