El 8 de marzo de 1922 se funda la Orquesta Sinfónica de Bilbao, por lo que este 2022 se cumplirán sus 100 años de andadura. Para esta conmemoración, la orquesta ha centrado parte de su programación en el homenaje a algunas mujeres compositoras e intérpretes, siendo una de las principales protagonistas la vizcaína Isabel Urrutia, a quien hoy dedicamos este Mulierum.

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Celebramos el centenario de la Orquesta Sinfónica de Bilbao con músicos de tres siglos diferentes.

El primero, históricamente, será Juan Crisóstomo de Arriaga que nació en Bilbao a comienzos del siglo XIX. Niño prodigio. Con trece años escribió su primera ópera: “Los esclavos felices”. Vivió en la calle Ronda, donde nacería Miguel de Unamuno, rodeado de un ambiente de música popular. Con quince años se fue a estudiar a París y, allí, ingresó en la Real Escuela de Música gracias al apoyo del compositor Manuel García, padre de Pauline Viardot, compositora y cantante de ópera.  Se convirtió, él mismo, en profesor auxiliar. Murió poco antes de cumplir los veinte sufriendo un olvido hasta finales del siglo.

Entre su ingente obra de la que siempre se destacan los Tres Cuartetos, está “Herminie”, cantata, en un acto y dos cuadros que expresa el lamento de la princesa Herminie , hija del rey de Antioquía, por su amado. Es una pieza de gran dificultad técnica: Hay que extender poco el descanso a la hora de recitar para no restar expresividad al texto y para ello es necesario contar con la complicidad del director.  Hay sopranos que al no templar su potencia vocal desbordan el texto. Vanessa Goikoetxea estuvo espléndida en su moderación, por momentos, y en su fuerza e intensidad cuando se requería. Incluso nos regaló un fragmento de la ópera “Mirentxu” de Guridi: “Goizeko eguzki argiak” (Luces del sol de la mañana). Soberbia.

Jesús Guridi nació en 1886 y fue organista de la Catedral de Bilbao. Estudió en París, Bruselas y Colonia, donde conoció la música de su época que incorporó a sus composiciones. No muy bien entendidas hasta la ópera Mirentxu, en 1910. Comienza con él, en Euskadi, un movimiento que en Europa ya existía, de nacionalismos musicales: aparente incongruencia por incorporar la música de su tiempo a la cultura popular que se contraponía al arte llamado  culto, de esencia aristocrática, en sus orígenes, y burgués o urbano, después.  No se trataba simplemente de introducir aires conocidos por todos sino de escoger melodías e incorporarlas a las nuevas creaciones. La pieza que hemos escuchado es “Eusko Irudiak” (Cuadros Vascos).

La acción transcurre en Ondárroa, pueblo pesquero de la costa vizcaína: Boga-boga, La tormenta y Fiesta en el puerto. Los pescadores salen a la mar, se desata la tormenta y se teme por sus vidas, al volver cantando celebran una fiesta con espatadantzas  (danzas de espadas), bailes… El coro San Juan Bautista interpretó con alegría el ambiente vasco en ocasiones opacado por la potencia de la orquesta.

Isasi nació poco después, en 1890. Estudió en Berlín con grandes maestros como E.Humperdinck, influenciado, seguramente, por el concierto que escuchó en la Sociedad Filarmónica y dirigido por el mismísimo Richard Strauss. No tiene miedo de sus orígenes populares, es más, los reivindica aunque compone una música de tintes germánicos no folclórica, no muy bien entendida, a veces, por sus contemporáneos: compuso numerosos lieder de los que es, en numerosas ocasiones, autor de la poesía y la música.

Contribuyó, también, a la creación de la música vasca, movimiento propiciado por la burguesía local que vio en ello un impulso a la regeneración económica. “El oráculo” es uno de sus poemas sinfónicos, de claro sabor germánico, envuelto en la atmósfera potente que caracteriza a los maestros alemanes.

Y la joya de la corona fue “Utopías” de la joven compositora vizcaína Isabel Urrutia que nació en 1967. Comenzó su formación musical en Bilbao y continuó en París. Creó, junto a J.L.Campana, un nuevo método de composición: World Timbres Mixtures que consiste en la incorporación a la orquesta tradicional de instrumentos tradicionales del mundo creando una paleta sonora en el ordenador al que se unen instrumentos clásicos. Utopías no se ha creado expresamente para celebrar el centenario de la Orquesta Sinfónica de Bilbao pero era su estreno. La compositora no utilizó la orquesta de forma tradicional sino fragmentándola en diversos grupos de cámara que se interpelan y se contestan y que, en algunos momentos, forman un todo.

Esta magnífica composición fue recibida con cierta frialdad por el público de Bilbao. Quizá la utopía sea que los oyentes abran sus mentes a músicas nuevas, a la música contemporánea. Los compositores y los intérpretes vascos bajaron hace ya tiempo del monte. Ahora le toca al público.

Genma Sánchez Mugarra

Bilbao Orkestra / BOS 01

A.Isasi: El oráculo / J.C.Arriaga: Herminie, cantata / I.Urrutia: Utopías / J.Guridi: Eusko Irudiak

Vanessa Goikoetxea: Soprano

San Juan Bautista Abesbatza / Coro (Director: B. Astúlez)

Director: Erik Nielsen

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